
En estos días que presenciamos cómo atletas de todos los colores, razas y nacionalidades baten records una y otra vez, desde sus rostros podemos adivinar el trabajo y sacrificio que se encuentra detrás de esas victorias y logros. Si seguimos mirando a los ojos abiertos, concentrados, nerviosos, sudorosos de esos potenciales pobladores del Olimpo, también podemos viajar en el tiempo y ver esa ilusión, ese sueño de niño primero y adolescente después, que con el tiempo, trabajo y persistencia se convirtió en oro olímpico.
Más alejados de las cámaras mundiales, y los flashes fotográficos, en estos días se han estado también desarrollando las jornadas para escoger a las jugadoras de baloncesto sub 14, que compondrán el equipo de la Selección Española que participará en Eslovenia en el Campeonato Europeo próximamente.
Entre esas jovenes, se encuentra una persona a la que conozco y de la que me siento muy orgulloso.
Su nombre: Teresa Hiipakka
Su pasión: Baloncesto
Sus cualidades: tenacidad, persistencia, ilusión.
Teresa es la muestra de tantas jóvenes que pelean, que persiguen día a día ese sueño con sudor en la pista, madrugones, entrenamientos, algún tropiezo, levantarse, y con grandes cantidades de disfrute por lo que hacen.
Desde estas líneas, mi enhorabuena a los ya laureados en estos juegos, y a los que siguen superándose y sudando día a día para pulverizar récords con gusto.
Mucha suerte a la Selección Española de Baloncesto sub 14, y no nos olvidemos cuando tengamos ocasión de ver algún partido de las ahora jovenes desconocidas como Teresa Hiipakka, que los hoy aclamados Gasol, Nadal, etc, también en algún momento empezaron con un gustoso sueño.